sábado, 26 de noviembre de 2011

Expresiones artísticas en Cádiz


EVOLUCIÓN DEL URBANISMO EN CÁDIZ DURANTE LOS SIGLOS XVIII Y XIX
SIGLO XVIII
Esta ciudad experimentó un notorio auge económico a lo largo del siglo XVIII gracias a una intensa actividad portuaria, ya que a partir de 1717 la ciudad obtuvo el monopolio del comercio con américa en detrimento del puerto fluvial de Sevilla.
La prosperidad gaditana originó lógicamente la realización de una notable actividad arquitectónica que cambió radicalmente la fisonomía de la ciudad.
Es en esta época cuando se organizó el trazado urbanístico  y se levantaron importantes edificios religiosos y civiles, dado el gran aumento que experimento la población y la presencia en la ciudad de importantes sectores de la nobleza y la nueva clase burguesa constituida por comerciantes y banqueros.
A lo largo del siglo XVIII Cádiz  construyo un sólido recinto amurallado que defendía los ataques procedentes del mar, interviniendo en este proceso distintos arquitectos militares.
En el casco urbano la ciudad se embelleció con amplios paseos y se abrieron algunas plazas.
El caserío se regulo a través de un trazado de calles en cuadrícula configurándose un prototipo de viviendas resuelto en 3 o 4 pisos de altura en torno a un patio central.
Una característica tipológica del nuevo caserío es la presencia de las azoteas de una pequeña torre-mirador  que, elevándose por encima de los tejados permitía observar, con la ayuda de un telescopio el movimiento de los barcos en la bahía.
Estas torres mirador son de remoto origen medieval y queda constancia de su pervivencia en épocas posteriores.
Fue en el siglo XVIII cuando adquirieron su máximo desarrollo, puesto que aparecen en todas las casas importantes que se construyeron, por lo que, dada la gran renovación producida en el caserío gaditano, llegaron a conformar un pintoresco paisaje aéreo que en parte ha llegado hasta nuestros días.
En el siglo XVIII proliferaron las llamadas torres de “sillón” por terminar en dos niveles, a la manera de dos grandes peldaños o escalones.
La tipología más difundida fue las torres en forma de garita cubierta con un pequeño casquete semiesférico.
En cuanto a los edificios religiosos, muchos de ellos construidos en el siglo anterior aprovechando las buenas disponibilidades económicas se renuevan profundamente.
Una de los edificios que se renuevan es la iglesia de los jesuitas que vio alterada su fisionomía contrareformista con la adición de aparatosa yesería  en sus muros y bóvedas, la colocación de una elegante tribuna de madera de cuidada talla y la disposición en el coro de  un barandal de hierro de ondulante traza.
Un arquitecto importante fue Pedro Luis Gutiérrez de san Martín, el cual realizo el hospital de mujeres, el convento de Las descalzas, la cúpula de la iglesia de San Felipe Neri y la casa del marqués de Campofuerte.
 Otra construcción que destaca es la colegiata de Jerez de la Frontera iniciada en 1695 por Diego Moreno Meléndez.

SIGLO XIX
Cádiz fue designada capital provincial con la reforma de Javier de Burgos de 1833. 199041. No obstante, la situación crítica por lo que se atravesaba potenció la búsqueda de salidas de corte local, más que las de conjunto.

El nombramiento de Cádiz como capital de una de las provincias en que se dividió el reino de Sevilla con la reforma de Javier de Burgos, 1833 se produjo en un momento en el que la ciudad había entrado en un período de decadencia. No obstante, seguía contando con una clara supremacía sobre el territorio sobre el que ejercía la capitalidad.

A pesar de esta situación inicial de ventaja, la evolución demográfica refleja con claridad cómo Cádiz fue perdiendo progresivamente su liderazgo provincial, con el crecimiento de Jerez durante el siglo XIX, y el fortalecimiento del polo de la Bahía de Algeciras durante la centuria pasada. En esta situación influyen en gran medida las condiciones geográficas de su asentamiento, que constriñen sus posibilidades de crecimiento y dificultan el establecimiento de una adecuada red de transporte terrestre, imprescindible para la articulación del territorio. Las nuevas necesidades de servicios hicieron inviable que con sólo su término municipal pudiese afrontar los nuevos desafíos que planteaba la época contemporánea.

Además, la actitud excesivamente localista del marco de la Bahía gaditana, que hunde sus raíces en el período colonial, se exacerbó con la crisis que se vivió, lo que hizo que Cádiz no fuese capaz de plantear soluciones a su situación fuera del ámbito local. Jerez fue quién debió asumir ese rol, liderando durante el siglo XIX las diferentes iniciativas para la construcción del ferrocarril, primero en el marco noroccidental de la provincia; y, posteriormente, con su pretensión de conectar con la Bahía de Algeciras y la sierra de Cádiz, consiguiendo así el acceso a otras rutas comerciales y mejorando las comunicaciones para la venida de las mercancías del interior provincial, que hubieran podido aportar soluciones para afrontar la crisis finisecular.

La crisis golpeó justo cuando Jerez había conseguido solventar todas las dificultades que Cádiz le había interpuesto para conseguir la ansiada modernización del sistema de comunicaciones, impidiendo el desarrollo de la red. En esta coyuntura la


La evolución demográfica: un reflejo de la situación

Los condicionantes geográficos han afectado de manera notable a la evolución demográfica de Cádiz y de su entorno. Su escaso término municipal ha limitado sus posibilidades de crecimiento demográfico y provocado el trasvase de sus efectivos en su
Bahía, cómo se podrá ver a continuación, a través del análisis de la evolución demográfica. Asimismo, la comparación que se realiza con lo sucedido en los otros dos polos de referencia a nivel provincial, Jerez y Algeciras, resulta reveladora de la pérdida de importancia de Cádiz durante la época contemporánea.
Cádiz comenzó el siglo XIX sufriendo el envite de las epidemias de fiebre amarilla, que se sucedieron en el primer cuarto de siglo -1800, 1804, 1813 y 1819-, que redujeron de manera notable sus efectivos demográficos13, que pasaron de 75.400 habitantes en 1797 a 65.600 en 1826. Esta tendencia negativa continuaría por el efecto de las epidemias de cólera en las décadas centrales del siglo, no volviendo a alcanzar la ciudad las cotas de población de finales del siglo XVIII hasta 1930. Además, la situación de postración económica evitaba cualquier atisbo de mejora para la ciudad, que sólo logro mantenerse por medio del comercio vinícola y, a partir de finales del siglo, por el desarrollo de la industria naval, que alcanzaría su apogeo a mediados del siglo XX hasta el último cuarto de siglo.

-          El Balón, también llamado simplemente Balón, es un barrio del centro histórico de la ciudad de Cádiz, España, perteneciente al distrito 1. Está situado en el extremo noroccidental de la ciudad y delimitado por las calles de la Rosa y de Sacramento, que lo separan de los barrios de La Viña y El Mentidero respectivamente.

 Fue planificado y construido a finales del siglo XVIII y principios del XIX, según el diseño de Torcuato Benjumeda y estuvo ocupado por varios polvorines militares.

-          El Mentidero, también llamado simplemente Mentidero, es un barrio del centro histórico de la ciudad de Cádiz, España, perteneciente al distrito 1. Está situado en el extremo noroccidental de la ciudad y delimitado por las calles de la Torre y de San José por el este, y por la calle de Sacramento por el sur, que lo separa del barrio de El Balón.[] Antigua zona de huertas, su urbanización se proyectó a mediados del siglo XVIII, quedando la plaza homónima terminada hacia 1773, que se constituyó en el eje del nuevo barrio. Esta plaza fue un centro de difusión de rumores y falsas noticias, de donde proviene el nombre actual.

-          San Juan es un barrio del centro histórico de la ciudad de Cádiz, España, perteneciente al distrito 1. Está situado en el extremo noroccidental de la ciudad, a lo largo del malecón del Campo del Sur, entre el barrio del Pópulo, al este, y el barrio de La Viña, al oeste.[] Antiguamente conocido como arrabal de Santiago, la zona tuvo una gran importancia para la ciudad durante el Medioevo, debido a que en ella se encontraba el puerto chico, desaparecido en el siglo XVIII con la construcción de las murallas defensivas

-          La Viña es un barrio del centro histórico de la ciudad de Cádiz, España, perteneciente al distrito 1. Está situado en el extremo noroccidental de la ciudad y delimitado por las calles de la Rosa y Sagasta, que lo separan de los barrios de El Balón y San Juan respectivamente.[ El nombre del barrio está relacionado con su pasado como lugar donde se cultivaba la vid. A partir del siglo XVIII comienza a edificarse la zona, debido al fuerte incremento demográfico experimentado en la ciudad a raíz del auge del comercio con América. Por su situación alejada del puerto, no despertó interés a los cargadores a Indias, por lo que fue habitado por clases populares dependientes de la actividad pesquera de la playa de La Caleta.

MONUMENTOS Y CONSTRUCCIONES HISTÓRICAS DE CÁDIZ


 

Hornacina de la casa Pazos de Miranda: Se encuentra en una de las esquinas del edificio que Miguel de Olivares y Guerrero levantara en 1795 para Don Fernando Pazos de Miranda. En la hornacina repite la composición de la portada de la casa, con vano de medio punto flanqueado por pilastras, pero en este caso con mayor ornamentación, siendo las pilastras acanaladas y rematadas con capitel corintio.





La Catedral Santa Cruz de Cadiz: es la sede episcopal de la diócesis de Cádiz y Ceuta, en España. Se empezó a construir en 1722 y no se terminó hasta el 28 de noviembre de 1838. La Catedral de Cádiz es la sede episcopal de la diócesis de Cádiz y Ceuta, en España. Se empezó a construir en 1722 y no se terminó hasta el 28 de noviembre de 1838.





El Oratorio de San Felipe Neri: De arquitectura barroca andaluza data del siglo XVIII. Dentro se puede admirar un cuadro de Murillo de 1680. En este oratorio se firmó la primera Constitución española en 1812.







Monumento a las Cortes: Situado en la Plaza de España, fue construido entre los años 1912 y 1929, aunque la idea de su construcción parte del siglo anterior, siendo solicitada su realización por el Municipio Gaditano al Congreso Nacional con fecha 27 de marzo de 1812.





Cárcel de Cádiz: Un importante ejemplo de la arquitectura neoclásica en Cádiz lo constituye el edificio de la antigua Cárcel Real, proyectado en 1794 por Torcuato Benjumeda y finalizado por Juan Daura en 1836.



Plaza de Mina: En 1836 se aprobó el proyecto y las obras de una nueva plaza pública en la que era la huerta y enfermería del convento de San Francisco. Empezó el proyecto el prestigioso arquitecto Torcuato Benjumeda. Los trabajos continuaron posteriormente bajo la dirección y planos de Juan Daura, y la plaza quedó estructurada en forma cuadrada con cuatro calles diagonales que se cruzaban en el centro formando una glorieta, destinándose el espacio de entre calles a jardines.


Universidad Nacional de Educación a distancia: En el número 2 de la plaza de San Antonio se encuentra un edificio neoclásico de inicios del siglo XIX diseñado por Pedro Ángel Albisu y construido por el arquitecto Domingo Álvarez. La fachada del edificio está rematada por un frontón y tres plantas, destacando su patio, el gran balcón central de la segunda y los elementos decorativos propios de la época en que construyó. Actualmente es la sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.





 PINTURA


Cuadro de la Constitución de 1812: Las reuniones de las Cortes establecidas en la ciudad española de Cádiz tras la invasión napoleónica de la península Ibérica culminaron con la redacción, aprobación y promulgación de la primera Constitución de la historia de España. Esta pintura, La promulgación de la Constitución de 1812, obra de Salvador Viniegra que actualmente se encuentra en el Museo Histórico Municipal de Cádiz, ilustra el momento en que tuvo lugar tal acontecimiento.


Alegoría de la Constitución de 1812: es un cuadro pintado por Francisco de Goya hacia 1800 que constituyó uno de los óleos de una serie de dos alegorías relativas al progreso científico y económico España, el Tiempo y la Historia. Todo parece confluir en la representación de la Historia y de la Verdad histórica. El Tiempo, alado y con un reloj de arena que simboliza el paso de los instantes y la llegada de la muerte, trae del brazo a la Verdad, que se representaba desnuda para simbolizar la ausencia de disfraz o enmascaramiento. La Verdad reina sobre todo, es la figura central, y porta un cetro y un libro, que encierra la verdad histórica.


PRENSA DURANTE LAS CORTES 

Periódicos: La publicación de periódicos de diversa índole durante el Cádiz de las Cortes constituyó un rico escenario que ayudó a propiciar intensos debates en el seno de la opinión pública. Uno de los lugares predilectos para la lectura del periódico eran los cafés, locales que acostumbraban a adquirir diarios de distinto tipo para sus clientes y que en muchas ocasiones se acostumbraban a leer en voz alta para proceder a continuación a su debate y comentario.
Entre los periódicos más destacados de la época se encuentran “El Conciso”, muy próximo a los diputados liberales y defensor de las Cortes y de la Constitución; o el “Censor General”, de línea más conservadora. Otros periódicos como el “Diario Mercantil” estaban destinados fundamentalmente a la burguesía y a los comerciantes de la ciudad.

PERSONAJES CÉLEBRES

Joaquín Manuel Fernández Cruzado (Jerez de la Frontera, 24 de diciembre de 1781 - Cádiz, 31 de enero de 1856) fue un pintor español. Adelantado del romanticismo, destaca también como retratista y autor de escenas costumbristas de la época, en su mayoría inspiradas en la tauromaquia. Era hijo del escultor y académico gaditano José Fernández Guerrero.


Juan Rodríguez García, «el Tahonero hijo», (Cádiz, marzo de 1816 – ca. 1880) fue profesor y pintor, discípulo de su padre Juan Rodríguez Jiménez, «el Tahonero». Es considerado padre de la Escuela jerezana de pintura. Desde 1836 vivía en Jerez de la Frontera en la calle Doña Blanca dedicado a la enseñanza de la pintura. En 1852 fue nombrado pintor de cámara de Su Majestad.

 

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